12Oct | Transformados diariamente

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"No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta."
Romanos 12:2

Nuestra mente es el gran campo de batalla del alma. Ella necesita ser renovada diariamente para que nuestra alma pueda ser transformada. Los psicólogos hacen su mejor empeño en aliviar los pesares del ser humano por medio del trabajo con la mente, pero no logran transformar sus vidas. 

¿Cómo podemos ser transformados entonces?

La metamorfosis que necesitamos desde el interior es provocada por la presencia del Espíritu Santo en nuestro ser. Es solo por medio de un poder externo que influya en nosotros sobrenaturalmente. Y ese poder proviene de Dios. 

Consideremos la larva de la mariposa como permite que las leyes naturales impuestas por Dios, le cambien, al punto de tener hermosas alas y tomar un nuevo rumbo: del suelo como larva al cielo como mariposa. 

Dios desea transformar tu vida, y para ello usa su Palabra, la cual limpia tu camino (Salmos 119:9), nos santifica (Juan 17:17) y es lámpara y lumbrera para nosotros (Salmo 119:105). Una vez que dejemos que la presencia del Espíritu Santo y el poder de la Biblia ocupen nuestra mente, es entonces que seremos transformados hasta poder ver y experimentar la agradable, buena y perfecta voluntad de Dios. 

Así que en este día, tal como una larva, dejemos nuestras almas en las manos de nuestro Padre, para que la metamorfosis suceda y al final del proceso, seamos trasladados desde el suelo hacia un bello propósito en la Voluntad de Dios. Un propósito tan bello como las alas de una mariposa: ser a la imagen de Su Hijo Jesucristo.

Tiempo de orar

Padre amado, te pido que la presencia de tu Espíritu ocupe mi mente y que me acerques a tu Palabra para que al final sea yo transformado a la imagen de Jesús. En el Nombre de Jesucristo, Amén.
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2Comentarios
  1. Sana doctrina,gracias por la edificación

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    1. Amen, muchas gracias a Ud. por leer el pan diario. Considere compartir este devocional en sus redes sociales así pueda alcanzar la edificación a otras almas. Un abrazo.

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