11Nov | Gozosos en la esperanza

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Gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración.
(Romanos 12:12)


Todos hemos escuchado el refrán popular que reza: 'la esperanza es lo último que se pierde'. Con él, intentamos dar ánimo a aquellos cuyas desfavorables circunstancias desaniman. Para los cristianos, la esperanza NUNCA se pierde, porque el objeto de esa esperanza es seguro, presente, constante y eterno: la redención, glorificación de nuestro cuerpo mortal en presencia de nuestro Salvador Jesucristo. 


Pablo enseñó a los Romanos que sean cuales sean las difíciles circunstancias que nos aquejen, debemos mostrar el gozo que produce esa esperanza fiel. De hecho, podríamos concluir que en cada ocasión en la que nos sentimos desfallecer, responde claramente a haber olvidado esa esperanza. 


Gozosos en la esperanza debe ser, más que un slogan, una realidad en los hijos de Dios. Si ponemos los ojos en Jesús, simplemente tendremos gozo. Jesús nos enseñó que la esperanza es esencial para cumplir el propósito de Dios para nuestra vida. La esperanza de la gloria postrera que recibiría Jesús tras la resurrección, le llevó a soportar el peso de la cruz hasta el final. "Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios." (Hebreos 12:1-2)


Si reflexionamos en la vida de Pablo, constantemente sentía un enorme gozo. Basta con leer cartas como Filipenses y allí encontraremos que este siervo de Dios, vivía esperanzado en la gloria postrera. "Y asimismo gozaos y regocijaos también vosotros conmigo." (Filipenses 2:18)
"Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!" (Filipenses 4:4)


Podemos confiar en la promesa de Dios porque "la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado." (Romanos 5:5)


En esta jornada, deberíamos aprender a sentir más gozo, a vivir más firmes en esa esperanza de redención, cuando veremos la gloria de Dios cara cara, una vez el Señor Jesucristo nos lleve allá.

 

Tiempo de Orar


Padre amado, agradezco tu esperanza, esa misma que no avergüenza. Por favor, ayúdame a permanecer en ella, sabiendo que un día regresarás por mí a menos que antes me lleves a ti. Y mientras alguna de esas opciones sucede, te pido que me llenes de tu gozo. En el Nombre de Jesús, Amén.


Si este devocional ha sido de bendición y edificación a tu vida te animo a compartir y dejar tu comentario aquí abajo.

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