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(2 Corintios 5:7)
Los ateos niegan la existencia de Dios, los agnósticos no la niegan pero tampoco la afirman. En todo ello, hay algo que no pueden negar y es la existencia de la fe, la confianza y la esperanza. De hecho, ni siquiera pueden negar la existencia de un área espiritual en el ser humano.
Con todo, existen dos grupos de personas en esta tierra: los que viven por la fe y los que viven por la vista. Los que viven por fe se enfocan en las cosas espirituales o celestiales, los otros se enfocan en las riquezas terrenales.
El apóstol Pablo explicaba que los hijos de Dios andamos por fe. Lo curioso es que no dijo que nos sentamos por fe, o miramos por fe, o sentimos por fe. Él dijo 'andamos por fe'. Ello implica un actuar confiado, avanzar sin miedo hacia adelante, aunque parezca irracional, pero avanzar. Pero, ¿Cómo o Por qué debería avanzar sin al menos tener claras las circunstancias?
La respuesta la encontramos en toda la Biblia. De hecho, el autor de los Hebreos definió la fe como la certeza (seguridad) de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. "Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve." (Hebreos 11:1)
La fe en Dios se centra en su persona y sus atributos. Dios es fiel, Dios es Todopoderoso, Dios es Amor, Dios es soberano. Si nos encomendamos en sus manos podemos aguardar confiados mientras avanzamos porque a su tiempo y conforme a su voluntad veremos lo que pedimos o anhela nuestro corazón.
Alguien diría que la fe son dos manos vacías extendidas al Cielo diciendo: Gracias. ¿Podemos tener una fe firme en las promesas de Dios? ¿Podemos confiar que aunque nuestros ojos no ven Dios lo hará? ¿Podemos ser capaces de soportar un poco más hasta que Dios derrame su gloria a nuestro favor?
Aprovechemos esta jornada para avanzar en aquello que estamos emprendiendo, pero esta vez, desde la perspectiva de una fe puesta en el Dios de lo imposible, en Aquel que obra para el bien de aquellos que le aman, los que conforme a su propósito son llamados. "Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados." (Romanos 8:28)
Tiempo de Orar
Padre amado, dame fe en ti. Permite que pueda ser un cristiano con una fe tan firme en ti que sirva de inspiración a los que me rodean, para que ellos puedan acercarse a ti, para que ellos puedan dar gloria a tu Nombre. Dame fe en ti, te lo suplico en el poderoso Nombre de Jesucristo, Amén.
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