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"Fuese león, fuese oso, tu siervo lo mataba; y este filisteo incircunciso será como uno de ellos, porque ha provocado al ejército del Dios viviente." (1 Samuel 17: 36)
Todos temblaban y no era de frío, sino de miedo. Un hombre con fuerza, aparentemente sobrenatural, desafiaba a toda una multitud. Demandaba un paso al frente de aquel que se atrevería a luchar en su contra. Todos miraban la espada, la estatura, la gruesa voz, la musculatura llamativa propia de un hombre salido del gimnasio.
El panorama de Israel era triste. La nación de Dios, aquella que ni siquiera el Mar Rojo le había detenido, ahora sus pies retrocedían ante un solo hombre. Aquellos a quienes no detuvieron ejércitos completos y bien armados, estaban siendo avergonzados por un simple mortal.
Por muy increíble que le parezca, usted y yo vivimos constantemente en esta situación, tal y como si hubiéramos estado en ese evento. Todos enfrentamos Goliat que día a día intentan derribar nuestra madurez espiritual, nuestro gozo adquirido tras la salvación en Cristo.
En medio de ese panorama alguien elevó su voz. No era un gran filósofo ni siquiera un político prominente. Se trataba de un jovencito tenido en poco por su apariencia física y por su oficio de ser pastor de ovejas. Un joven estaba a punto de dar a conocer al mundo lo que Dios puede hacer con un joven.
Pero, así como David, muchos enfrentan las consideraciones y juicios del resto. Cuando Dios esta llamándote a enfrentar la guerra espiritual con toda la fe, es entonces que las personas pueden reaccionar como lo hicieron con David.
Su familia dudó de sus intenciones reales. Su hermano mayor, quizás tomado por el temor del momento y las emociones, califico la actitud de David como de chismoso o simplemente de espectador crítico. Incluso se molesto contra su hermano. Esto lo harán contigo cuando te decidas enfrentar a tu gigante. "Y oyéndole hablar Eliab su hermano mayor con aquellos hombres, se encendió en ira contra David y dijo: ¿Para qué has descendido acá? ¿y a quién has dejado aquellas pocas ovejas en el desierto? Yo conozco tu soberbia y la malicia de tu corazón, que para ver la batalla has venido." (1 Samuel 17:28)
Su pueblo (iglesia incluso) dudó de David. "Y apartándose de él hacia otros, preguntó de igual manera; y le dio el pueblo la misma respuesta de antes." (1 Samuel 17:30)
Sus líderes dudaron de él. "Dijo Saúl a David: No podrás tú ir contra aquel filisteo, para pelear con él; porque tú eres muchacho, y él un hombre de guerra desde su juventud." (1 Samuel 17:33)
Su enemigo le tuvo en poco. "Y cuando el filisteo miró y vio a David, le tuvo en poco; porque era muchacho, y rubio, y de hermoso parecer." (1 Samuel 17:42)
Su enemigo se burló y maldijo a David. Y dijo el filisteo a David: ¿Soy yo perro, para que vengas a mí con palos? Y maldijo a David por sus dioses. (1 Samuel 17: 43)
En toda situación tendrás personas que no confiarán en ti. Quizás has fallado varias veces y ya ellos ni siquiera te tienen esperanzas. Pero frente a todo, debes levantarte con una fe fortalecida por y en Cristo. Pronto verás la gloria de Dios manifestada en tu vida. Dios lo hizo con David y con otros muchos. Él te dará la victoria espiritual.
(Continuará mañana)
Tiempo de Orar
Padre amado, he tenido temor de mis enemigos. He confiado mas en los comentarios y las opiniones del resto que en lo que tu has establecido para mi vida. En esta hora te pido perdón por haber actuado así y ruego a ti que ponga mi confianza en ti, solo en ti. En el Nombre de Jesús, Amen.
Si este devocional ha sido de bendición y edificación a tu vida te animo a compartir y dejar tu comentario aquí abajo.
