29Oct | Sin miedo a nada (parte III )

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"Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio." 
(2 Timoteo 1:7)

No, el miedo no es para hijos de Dios. Nuestro miedo solo termina por alimentar a nuestros enemigos. La carne, Satanás y el sistema de este mundo están aguardando para destruir tu vida espiritual, para que vivas como un hijo de Dios, pero fracasado, sin esperanzas, triste y agobiado cada día de tu vida en esta tierra. 


David, al igual que Timoteo el discípulo del apóstol Pablo, se enfrentaba a un terrible gigante. David a Goliat siendo un jovencito, Timoteo al ministerio pastoral siendo jovencito. Usted y yo nos enfrentamos a gigantes diariamente que, si les mostramos miedo, entonces nos terminarán venciendo.


Estimado lector, los gigantes ya no crecerán más con nuestro miedo, sino que este achica nuestra estatura espiritual. Lo que usted y yo necesitamos es sustituir el miedo a nuestros enemigos por el temor de Dios. "El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza." (Proverbios 1:7)


Nosotros no somos gigantes. Nuestros enemigos puede que sí lo sean. De hecho, el que esta contra nosotros es fuerte, muy fuerte. Pero el que esta con nosotros y en nosotros es mayor que nuestro enemigo. Nuestro enemigo es poderoso, pero nuestro amigo Dios es Todopoderoso. No hay razón para tener miedo. "Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo." (1 Juan 4:4)


En esta jornada, aprovechemos el privilegio que tenemos y seamos valientes. No porque nosotros somos fuertes, sino porque nuestra fuerza y renovación vienen del Espíritu de Dios, quien nos acompaña en toda circunstancia. 


Tiempo de Orar


Padre amado, reconozco que de ti viene el poder que me ayuda a continuar. Quita de mí todo miedo a mis enemigos, dame por favor tu paz. Dame la suficiente confianza en ti para estar firme frente a las amenazas de mis enemigos. En ti soy fuerte. Gracias por ser mi Dios y mi fortaleza. En el Nombre de Jesús te pido estas cosas, Amén.


Si este devocional ha sido de bendición y edificación a tu vida te animo a compartir y dejar tu comentario aquí abajo. 

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