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"Aguarda a Jehová; Esfuérzate, y aliéntese tu corazón; Sí, espera a Jehová."
(Salmo 27:14)
La espera produce paciencia. Pensemos en Abraham cuánto esperó la promesa de Dios y al final cuando su hijo estuvo entre sus brazos, Dios le pidió su sacrificio. Dios no es malo ni sádico. Dios conocía el corazón de su hombre de fe. Sabía que luego de la espera no había nada que Abraham no hiciera por su Dios.
Puede que nos guste o no, pero hay gloria en esperar. Consideremos a los padres que aman a su bebé, pero deben esperar 9 meses para que llegue ese momento. Consideremos al campesino o agricultor que ama el trabajo que ha hecho en la siembra, pero debe esperar varios meses para recoger su cosecha. Consideremos al estudiante, que aunque sueñe con ser graduado, debe esperar varios años para tomarse esa anhelada foto mostrando su titulo o certificado de graduación.
La espera es esencial para vivir. Estamos en un mundo que no quiere esperar, todo lo queremos 'al toque'.
- Si envías un mensaje de Whatsapp y no te responden al momento, te desesperas.
- Si haces una llamada telefónica y no te agarran la llamada en ese momento, te desesperas.
- Si estas en una cola (fila) y se demoran unos minutos en atenderte, te desesperas.
- Hoy los novios no esperan el matrimonio, se juntan porque se desesperan (y luego el fracaso).
La fórmula es AGUARDAR (esperar) + ESFUERZO + ALIENTO = VOLUNTAD DE DIOS.
En esta jornada aprendamos aprovechemos para esperar pacientemente en Dios, observando atentamente lo que Él ya está haciendo a nuestro alrededor y entender sus caminos y dónde podemos ser útiles y esforzados en tanto esperamos. Sí, esperemos a Jehová.
Tiempo de Orar
Padre amado, te pido que me enseñes a esperar en ti. Dame tu fuerza y tu aliento. Sí, esperaré solo en ti, mi Dios. En el Nombre de Jesús, Amén.
Si este devocional ha sido de bendición y edificación a tu vida te animo a compartir y dejar tu comentario aquí abajo.
