Podemos olvidar muchos momentos, incluso los de felicidad. Pero lo que nunca olvidaremos son esos tiempos en los que estábamos tristes. La tristeza es una condición a la que se llega normalmente como resultado de circunstancias externas. Podemos sentir tristeza porque somos personas.
Del mismo modo, el Espíritu Santo se entristece y ello, justamente, porque es una persona. De hecho es la tercera persona de la Trinidad (Dios es uno en esencia y tres en persona). Y lo curioso es que la tristeza que sufre el Espíritu Santo es producida por los hijos de Dios.
Sí, debemos entender que el propósito de Dios una vez que nosotros hemos creído en Jesucristo como nuestro Salvador, es mantener una relación viva y personal con Él. Para ello es necesario vivir bajo la guía del compañero fiel, quien incluso intercede (ora) por nosotros al Padre con gemidos indecibles. "Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. (Romanos 8:26)"
Es entonces que toda vez que nos alejamos de Dios, el Espíritu Santo intenta por todos los medios posibles llamarnos la atención hacia Él. Justamente para ello Dios le envió a nosotros, para que no estuviéramos solos, para que por medio de su asistencia y enseñanzas pudiéramos tener victoria espiritual sobre los enemigos nuestros: la carne, el sistema de este mundo y Satanás. "Os he dicho estas cosas estando con vosotros. Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho."(Juan 14:25-26)
Quien nos alerta, nos conduce, nos advierte amorosamente es el Espíritu Santo. Muchos le pueden llamar conciencia, otros ángel de la guarda o como deseen, pero la realidad es que es la persona del Espíritu Santo quien acompaña, protege, ayuda, enseña, consuela y asiste a los hijos de Dios, los redimidos por la sangre de Jesucristo.
Entristecer al Espíritu Santo es vivir vidas contrarias a lo que El enseña: la santidad y la obediencia a la Palabra de Dios.
Decidamos hoy comenzar a alegrar al Espíritu, hagamos que se sienta cómodo viviendo en un alma obediente a Dios y alejada de la maldad. Gracias a Dios porque no nos dejo solos para enfrentar esta vida. Tenemos a nuestro amigo: El Consolador.
Tiempo de Orar
Padre amado, deja que mi vida sea un vivo ejemplo de obediencia y santidad. Necesito hacer sonreír al Espíritu Santo en lugar de darle razones para estar triste. Te pido perdón por cada vez que contristé al Espíritu Santo y me determino a vivir diferente de un modo que te agrade. En el Nombre de Jesucristo, Amén.
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Gloria a Dios x Tu sabiduría impartida en tus hijos! Gracias x estas palabras q son d bendición al cuerpo d Cristo! Dios le continúe usando, hermano junto a su amada familia! 🙏🏾 🙌🏾 (Lysi y Patricio)
ResponderEliminarGloria a Dios que Su Palabra nos otorga dirección para caminar en este mundo. Muchas gracias por leer y comentar este devocional. Dios les bendiga hermanos!
EliminarAsí es el E.S. es la tercera persona de la trinidad y mora dentro de creyente, se contrista o entristece cuando pecamos y tambien nos redarguye y convence de pecado, es nuestra ayuda y consuelo
ResponderEliminarAsí es! Muchas gracias por compartir y leer el devocional. Dios le bendiga!
EliminarHola Buen Día, Gloria a Dios,es de Gran Bendición,sería de Gran Animo y Guía recibirlo todos los días.Amén
ResponderEliminarMuchas gracias! Dios le bendiga!
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