23Oct | Juventud sabia

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"Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento".
(Eclesiastés 12:1)

Un notable programa de la televisión cubana buscaba que su audiencia se animara a "Vivir 120 años". Por medio de un estilo de vida saludable y bajo el esencial precepto de la 'eterna juventud', intentaban prolongar los años activos de las personas, especialmente de aquellos que ya habían arribado a la tercera edad. 

La juventud es una ciclo vital que se disfruta. Ello significa que a medida que pasa el tiempo la experiencia no es lo único que se va acumulando: también los dolores, las responsabilidades, los pesares, las enfermedades, las preocupaciones y mucho más. 

Un hombre sabio culminó sus días como un necio, tras gozar de su juventud en los términos de este mundo perverso: fiestas, bebidas, mujeres, fama, etc. Salomón tuvo de todo lo humanamente alcanzable, y dejando de lado a Dios, y por lo tanto con una alegría temporal. 

Lamentablemente replicó la vida de su padre David, quien termino sus días solo, con una joven desconocida que se acostaba a su lado y le daba calor. "Cuando el rey David era viejo y avanzado en días, le cubrían de ropas, pero no se calentaba. Le dijeron, por tanto, sus siervos: Busquen para mi señor el rey una joven virgen, para que esté delante del rey y lo abrigue, y duerma a su lado, y entrará en calor mi señor el rey. Y buscaron una joven hermosa por toda la tierra de Israel, y hallaron a Abisag sunamita, y la trajeron al rey. Y la joven era hermosa; y ella abrigaba al rey, y le servía; pero el rey nunca la conoció." (1 Reyes 1:1-4)

Es en ese contexto que Salomón enseña a todos los jóvenes la gran verdad del versículo de hoy.

Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud. Hay una alabanza que dice que tenemos solo una juventud. Lo más prudente sería poder entregar al servicio de Dios todas las fuerzas, el vigor y la pasión que acompaña a esta etapa de la vida. "Porque tú, oh Señor Jehová, eres mi esperanza, Seguridad mía desde mi juventud." (Salmo 71:5)

Antes que vengan los días malos. Llegaran años en los que querrás servir a Dios pero tus condiciones físicas, mentales y las responsabilidades de la vida te lo dificultarán. Aún con todo hay esperanza, Dios usa a todas las personas sin importar su edad, porque Él nos otorga las fuerzas como las del búfalo y nos renueva como el águila. "Pero tú aumentarás mis fuerzas como las del búfalo; Seré ungido con aceite fresco." (Salmo 92:10)

"Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán." (Isaías 40:31)

En esta jornada, tomemos el consejo de Salomón, y dediquemos los años vigorosos al servicio de la obra de Dios. No malgastemos nuestras fuerzas en la vanidad de este mundo, más bien invirtamos en aquello que no se corrompe, en lo eterno. Dios esta esperando que le entregues tu juventud y tus fuerzas, ¿Qué harás?

Tiempo de Orar

Padre amado, te pido que me ayudes a entregarte mis días, mi vida, mi juventud. Aunque ya mis fuerzas van decayendo, te ruego que me des la voluntad de servirte hasta mi último aliento. En el nombre de Jesús, Amén.

Si este devocional ha sido de bendición y edificación a tu vida te animo a compartir y dejar tu comentario aquí abajo. 

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