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"Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos."
El tiempo no perdona, reza un conocido refrán. Recuerdo la estrofa de la canción que protagonizaba una promoción televisiva en Cuba: "veinte años no es na' ". Ambas frases coinciden en su descripción de la naturaleza del tiempo. Este es el bien más preciado que poseemos en esta tierra (después de la Salvación) y desperdiciarlo es el acto de mayor necedad que podemos cometer.
¿Te has mirado al espejo y has advertido las arrugas que salen al final de tus ojos y frente? ¿Usas ahora más tintura para el cabello pues un cabello blanco se asomó en tu cabeza? ¿Tu bolso ahora lleva más medicamentos prescriptos? ¿Usas anteojos para leer el periódico? Si, amigo lector, es eso mismo que estas pensando mientras sonríes: El tiempo ha pasado y nos ponemos viejos.
El apóstol Pablo no hizo mucho énfasis en si el tiempo perdona o si veinte años es poco. Simplemente aprovechó su carta para alertar a los efesios (y a nosotros) sobre el uso que estaban dando a su tiempo.
Mirad, pues, con diligencia. Los hijos de Dios debemos estar constantemente observando con cautela. Al recibir a Jesucristo, el Espíritu de Dios y su Palabra nos guían hacia toda verdad , por ello es necesario usar esa vista espiritual que nos ha sido concedida con la regeneración. "Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir."(Juan 16:13)
Debemos observar los campos que ya están listos para salir a predicarles, debemos observar que tenemos un enemigo (el diablo) quien anda como león rugiente buscando devorarnos, debemos observar las costumbres pecaminosas de este mundo para ir contrario a ellas. Observar diligentemente es una práctica que Pablo nos enseña a desarrollar como buenos hijos de Dios. "¿No decís vosotros: Aún faltan cuatro meses para que llegue la siega? He aquí os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega." (Juan 4:35)
"Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar" (1Pedro 5:8)
"No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta." (Romanos 12:2)
Cómo andéis, no como necios sino como sabios. Tal y como la advertencia de un padre hacia su hijo, Pablo nos llama la atención sobre qué estamos haciendo y en qué actividades invertimos nuestro tiempo. De ello depende el calificativo de sabios o necios. Si hay algo que traerá mal a nuestras vidas porque es un asunto de pecado, mal testimonio o simplemente porque no ofrece gloria a Dios, lo mejor es dejar de hacerlo o apartarse. "El avisado ve el mal y se esconde; Mas los simples pasan y reciben el daño." (Proverbios 22:3)
Aprovechando bien el tiempo. No basta con aprovechar el tiempo, sino que debemos hacerlo bien. Esto sugiere una buena administración de las 24 horas que Dios nos regala cada dia. La excusa de todos por lo general es que no tenemos tiempo para hacer o que no nos alcanza este. La verdad que se impone ante esta excusa es que no se trata de la cantidad del tiempo sino de la mala administración que estamos haciendo del mismo.
Porque los días son malos. Ya no es que se acerquen los últimos tiempos sino que estamos en ellos. Muchas de las profecías bíblicas están cumpliéndose y Jesucristo pronto ocupará las nubes para atraer hacia Él a su iglesia pues que este mundo deberá atravesar el tiempo de la Tribulación. Con esto, nos es necesario redimir el tiempo enfocándolo en el servicio a Dios, en desarrollar una relación más viva con Jesús, ganando almas, estudiando diligentemente la Biblia, etc.
En esta jornada consideremos que los días son malos, tenemos tiempo para hacer usar bien el tiempo. Debemos actuar como sabios, no con necedad desaprovechando las oportunidades de vivir un segundo más en esta tierra. Si Dios te visitara hoy para controlar lo que estás haciendo con tu tiempo, qué calificación te dariia: ¿sabio o necio?
Tiempo de orar
Padre amado, te agradezco por regalarme el tiempo. Gracias por un día más de vida. Deseo con todo mi corazón usar mi día para agradarte a ti. Ayúdame en eso Padre bondadoso, te lo ruego. En el Nombre de Jesús, Amén.
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