25Oct | No a la queja

Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!
(Filipenses 4:4)

Estudiando la carta de Pablo a los Filipenses, descubrí la interesante consideración del gozo como estilo de vida. Este hombre privado de su libertad y en pésimas condiciones animaba a la iglesia en Filipos (y a nosotros) a regocijarnos. Él y Santiago coincidían en que es necesario 'tener por sumo gozo'. Ese mismo gozo que tiene como generador el 'hallarnos en diversas pruebas'. "Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas" (Santiago 1:2).

La iglesia ha perdido el gozo. Y lo hemos perdido porque nadie quiere las pruebas. Nuestra oración no es: 'permíteme la bendición de atravesar una prueba para fortalecer mi fe en ti'. Al contrario siempre enfocados en nuestro beneficio, especialmente el material. 

Es allí donde Pablo nos exhorta con un: 'otra vez os digo REGOCIJAOS', que se traduciría en: 'Recuerden que por encima de todo, son salvos en Cristo.'

A los tesalonicenses el mismo apóstol les encomendó a permanecer con gozo. "Estad siempre gozosos."(1 Tesalonicenses 5:16). 

A los gálatas les enseñó que un fruto de la presencia del Espíritu Santo en la vida del creyente es justamente el gozo. "Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe" (Gálatas 5:22)

A los corintios reveló que Dios ama al corazón que da, que ofrenda con gozo. "Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre." (2 Corintios 9:7)

A los romanos dijo que podemos sentir gozo aun en el sufrimiento (Romanos 5:3) y más adelante les escribió sobre la importancia de de gozarnos con aquellos que se gozan y no olvidarnos de animar a los que no tienen gozo. "Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran." (Romanos 12:15)

Por lo tanto, no hay razón para estar sin gozo en el caso de los hijos de Dios. Dios nos ha provisto de su presencia y su compañía nos produce fortaleza que nos levanta y saca de la situación más critica, una alabanza de agradecimiento y una sonrisa al Cielo. 

En esta jornada, dispongamos nuestro corazón para permitir a Dios producir su gozo en nosotros de modo que seamos impulsados a seguir adelante, a pesar de todo. 

Tiempo de Orar

Padre amado, necesito tu gozo. Te ruego que cambies este corazón quejumbroso, y pongas un corazón que pueda contar con alegría cada una de tus bendiciones. En el Nombre de Jesús, Amén.

Si este devocional ha sido de bendición y edificación a tu vida te animo a compartir y dejar tu comentario aquí abajo.