14Oct | Nuestro Pan Vivo Diario

"Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre;"
Juan 6:51

De acuerdo a un informe de la Organización de Naciones Unidas (ONU) al menos 828 millones de personas padecieron hambre en el 2021: "46 millones de personas más que el año anterior y 150 millones más que en 2019". Sin dudas, la humanidad vive uno de los peores momentos de crisis alimentaria de todos los siglos. 

El hambre es terrible, pero el hambre espiritual es horrorosa. Ese mismo mundo, padece niveles muy altos de hambre espiritual porque en numerosas partes del globo las personas desconocen e ignoran el Evangelio de Jesucristo. ¿Harás algo al respecto? ¿Misionas? ¿Apoyas misiones? ¿Compartes el Evangelio con otros?

Jesús mismo dijo que Él es el pan vivo. Ante las necesidades espirituales de la humanidad, hay una respuesta en el pan vivo que es Cristo.

Jesús mismo invitó a comer de Él. Tal y como el maná descendía del cielo para proveer a Israel, así mismo usted y yo podemos saciar nuestra hambre espiritual por medio de la búsqueda del pan diario, nuestro pan diario, Jesús. ¿Ya buscaste a Jesús hoy? ¿Ya cerraste tus ojos en algún momento y estableciste una oración con Él? ¿Ya meditaste en las Palabras de Jesús para ti en este día?

Jesús mismo prometió que tenerle a Él es vivir para siempre. La Salvación, entendida como el recate de nuestras almas del infierno eterno, tiene un único protagonista principal: nuestro pan diario de vida eterna, Jesucristo. Si tenemos al Hijo tenemos la vida. ¿Qué vida? Pues la Vida Eterna, sin duda alguna el fin mas valioso que debería tener cada ser humano.
El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo
de Dios no tiene la vida.(1 Juan 5:12)

¿Cuánto vale el Pan de Vida? Nada, absolutamente nada. Es un regalo de Dios (Efesios 2:8) para usted, solo debe tener fe en la persona y la obra de Jesucristo en la cruz del Calvario. Luego decirle a Dios que necesitas a Jesús, el Pan de Vida, que quieres tener vida eterna. Dios saciara tu hambre espiritual.

Querido lector, ¿Seguirá dejando a su alma morir de hambre teniendo un Pan de Vida gratuito? Yo no me perdería esta gran oferta.

Y para usted que ya ha creído en Jesucristo como Salvador, le invito a acercarse diariamente a Él, a vivir la experiencia gozosa de tener una relación viva con el Pan Diario de Vida Eterna. ¿Desperdiciarías esa bendición?

Tiempo de Orar

Amado Padre, tengo un hambre insaciable. Nada de este mundo la puede quitar y creo firmemente que lo que necesito es a tu Hijo Jesucristo. Necesito tu Pan de Vida, ese Pan que descendió del Cielo. Necesito a Jesús, dame más de Jesús. Yo quiero más y más de Jesucristo en este hermoso día. Gracias por regalarme a tu Hijo y porque Él es mi sustento diario. En el Nombre de Jesús, Amén.