19Oct | Pensamientos afirmados

"Encomienda a Jehová tus obras, y tus pensamientos serán afirmados." 

Proverbios 16:3

Al construir una casa, en nuestros teléfonos aparecerán al menos dos nuevos contactos necesarios: el arquitecto y el constructor. El arquitecto se ocupa de proyectar y plasmar en papel nuestras metas, nuestros deseos respecto a la casa en la que querremos vivir. El constructor sigue la guía de este arquitecto y ejecuta las obras pertinentes. 

En cualquier caso, si usted no conoce de construcción, aventurarse en ella puede terminar arruinando todo. Pero en general la fórmula comienza con los pensamientos de una persona sobre la futura casa que desea.

En nuestra vida cristiana, normalmente dejamos nuestros pensamientos a Dios y nosotros nos ocupamos de las obras a ejecutar. Le pedimos a Dios una y otra vez que ilumine nuestra mente de modo que tengamos pensamientos claros para poder llevar a cabo las obras que necesitamos. Pero, para el proverbista es diferente, muy diferente.

Salomón nos enseña una manera a la inversa.

Encomienda a Jehová tus obras. En lugar de los pensamientos, debemos dejar nuestras obras en las manos de Dios para que Él tome control de ellas. Aquí nos hace referencia a Colosenses 3:23 "Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres;". Nuestras obras en las manos de Dios son obras de bendición, de edificación del cuerpo de Cristo (Efesios 4:12). 

Las obras encomendadas a Dios además son aquellas que Dios mismo preparó de antemano para que nosotros anduviésemos en ellas. O sea que al encomendar nuestras obras a Él, le estaríamos diciendo: Dios, yo quiero andar en las obras que tú preparaste para mí en esta tierra. "Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas." (Efesios 2:10)

Y tus pensamientos serán afirmados. Una vez que nos vemos haciendo lo que Dios planeó para nosotros, es entonces en las que vivimos seguros. Cuando Dios afirma nuestros pensamientos nos regala Su paz y seguridad. No hay nada mejor que mientras hacemos algo, sintamos la paz de Dios. Es como si pudiéramos ver a Dios sonreír mientras obramos. 

Los pensamientos de Dios no son nuestros pensamientos, ahí radica la diferencia. Los pensamientos de Dios producen fruto agradable, coinciden con su perfecta voluntad, y sobre todo son superiores, más grandes en propósitos que nuestros pensamientos. "Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová."(Isaías 55:8)

Dios entiende nuestros pensamientos porque nos conoce. "Oh Jehová, tú me has examinado y conocido. Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; Has entendido desde lejos mis pensamientos." (Salmo 139:1-2)

Dios discierne nuestros pensamientos, y para ello usa Su Palabra. "Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón." (Hebreos 4:12)

Para poder tener los pensamientos de Dios es necesario que Él ponga en nosotros la mente de Cristo. "Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo." (1 Corintios 2:16)

Aprendamos en este día a dejar en manos de Dios todas las cosas que queramos hacer, Dios se ocupará de hacerlo. Eso producirá en nosotros una vida llena de victorias espirituales al vivir ejecutando las obras que coinciden con la Voluntad del Padre. 

Tiempo de Orar

Padre amado, es mi ruego en este día vivir conforme a tu Voluntad. Para ello encomiendo a ti mis obras, y aguardo mientras tu afirmas mis pensamientos. Por favor, pon en mi la mente de Cristo. En el Nombre de Jesucristo, Amén. 

Si este devocional ha sido de bendición y edificación a tu vida te animo a compartir y dejar tu comentario aquí abajo.